lunes, 25 de marzo de 2013

Leonardo Castellanos en diálogos críticos.

          En la universidad de los Andes hay una clase que se llama DIÁLOGOS CRÍTICOS. Yo estoy ahí. Se trata de invitar artistas y tener diálogos críticos con ellos, de lo cual después salen textos. Este es un texto de uno de los más controversiales participantes.


        
Leonardo Castellanos: “Qué hace un expresionista en una época de hiperrealistas?”*

El 14 de febrero en diálogos críticos el invitado fue Leonardo Castellanos, un artista egresado de la Universidad Nacional en 2003. Tiene background en performance y un interés en la música. Como él mismo lo dice, la obra de cada quien es producto de lo que tiene por dentro; por eso Leonardo es un personaje bastante fuerte y su obra también.
En este encuentro proyectó dos animaciones que hablan del mundo del arte de una manera violenta o violentadora: Un muerto vuelto una obra de arte alabada por los críticos o un Botero llevando una doble vida entre graffitero y diva artística. Como si hubiera querido instaurar con estos videos su opinión sobre el mundo del arte para prevenirnos de lo que estaba por venir, después mostró sus otras obras. Voodo tattoo, 666, Tina P. y Astronautas son todos trabajos con una carga temática fuerte: deformaciones, degenere, monstruos. Se acompañan y se enfatizan además por ruido y por una forma esquemática de hacerse.
A raíz de esta obra disidente, rebelde, choqueante, el debate se centró casi exclusivamente en torno a esta disidencia y a sus incoherencias. Se resaltó en particular que Leonardo no es coherente en cuanto quiere y no quiere ser parte del círculo del arte. No vende su obra, la regala, pero aún así se queja porque gente que tiene los medios no la paga. No quiere el reconocimiento del mundo del arte, pero admite que ser invitado a diálogos críticos es importante para él. Leonardo nunca justificó sus ganas de seguir trabajando en el arte, habló de la necesidad de ser consecuente con su decisión de vida, pero no de la clásica “pasión” que se debe sentir hacia su profesión. Por no poder dar una razón clara de lo que lo motiva a ser artista, y sin querer emitir juicios de valor de nuestra parte, un tipo de automatismo se instauró a causa de su discurso construido, impenetrable, donde las respuestas no estuvieron claras pues en realidad no las respondió, sólo se desvió momentáneamente de su carreta.
Es preciso ir más allá en el análisis de su obra. Durante la charla, Castellanos habló de fluxus como una influencia para su obra. En general, ¿cómo se podría aproximar este movimiento a su obra? A simple vista por el menosprecio del arte burgués o del arte “legítimo”, un arte de galería, vendible. De ahí su insistente postura de artista marginal y su rechazo al mercado del arte. Por otro lado Fluxus es también un arte que se auto-inflige en su condición de arte pues está en contra del arte. Leonardo lo hace igual, su punto no es agradar, es choquear. Tampoco se dedica a desarrollar su propia estética, sino que es una exposición de la antiestética. Ahora bien, en nuestra opinión el caos formal de la obra está relegado o es consecuencia de su actitud frente al arte. Fuera queda entonces cualquier posibilidad de criticar negativamente la obra a causa de su “pobreza” estética o de su falta de dedicación en la calidad plástica. En sus palabras, el mal gusto, lo reciclado, el arte basura son calidades intencionales inherentes a la esencia de su obra. Los temas que explora vienen también como consecuencia si no de quién es él, (y de su fórmula “la obra de cada quien es producto de lo que tiene por dentro) de su actitud frente al arte. Es rescatable lo que pasa en el video de Tina P:(http://www.youtube.com/watch?v=veOZCNHlLzM&list=UUalApKhQZsLlQd6aEG7zpjQ&index=16) drogas, descontrol degenere. Pero también es rescatable como Leonardo es capaz de mirar y de interesarse en la condición femenina. Hay una mirada que de alguna forma se fija en los detalles, y esta iniciativa, mucho más pacífica, permea otros aspectos de la obra que nos mostró. Hablo del sonido: aunque cacofónico, está tremendamente compuesto y como Leo dijo, está “entre la harmonía y la cacofonía”.
La obra de Leonardo fue tan impactante (y lo fue) porque tiene la capacidad de descontextualizar todo y sumergir al espectador en su espacio, es decir, de sacarlo de su lugar. Un choque emocional, sí; nos comimos las tapas de los esferos de la angustia, sí, pero porque nos metieron a la fuerza en un espacio hecho con líneas mal hechas en paint. Tal vez sea este el logro más grande de Leonardo, aunque lo ignore y es la creación de ese espacio que no es de ningún lado, que es sólo un par de líneas pero que a la vez es Bogotá. “Temática urbana” dice Leonardo, pero ¿qué ciudad es?
Para cerrar: valiosísima esta charla porque hubiera sido difícil conocerla sin ese encuentro. Lástima que lo que más mueva los cimientos y haga cuestionar sobre la vida sea de lo que más difícil se encuentre.

*Esta frase la pronunció el artista, es otro punto de reflexión sobre su obra también interesante. Además muestra hasta qué punto Castellanos está consciente de lo que gira alrededor de él.

Inés Arango Guingue